Una vez aplicadas dos capas en las uñas, así es como queda. El esmalte no cuenta con una fórmula ni demasiado densa ni líquida, por lo que es muy fácil de trabajar sin que se escurra para todos lados ni queden pegotes. En cuanto a cobertura, cubre perfectamente la uña gracias al tono púrpura de base, aunque tenemos que fijarnos en la aplicación, ya que de no hacerla correctamente sí que pueden quedar pequeñas zonas algo translúcidas.


Como veis, ya por el tono en sí y por el hecho de ser una manicura semipermanente, tiene un brillo espectacular y los destellos de las partículas de purpurina que lleva el esmalte le dan un toque muy bonito a la manicura.